
Estas líneas que ofrezco a continuación son un extracto de Tipología del cuento literario, de Edelweis Serra, una rareza fuera de catálogo que encontré “huroneando” en una librería de viejo. El libro me resulta académico en exceso, pero he rescatado este fragmento, incluido en el capítulo II (“El arte de contar”), porque nos invita a adentrarnos en una técnica que quizá no esté muy trillada: la de narrar una historia a partir de un personaje que dialoga consigo mismo. En esta técnica, el personaje en cuestión, Macario (nombre que da título al cuento de Juan Rulfo), no se dirige a nadie en concreto. Lo que hace es pensar el relato en una suerte de monólogo interior. En definitiva: el personaje habla para sí. (Ojo: hay que hacerlo con coherencia. No olvidéis que esta técnica tiene como objetivo contar una historia. No sería aceptable una retahíla de pensamientos inconexos que no llevan a ninguna parte).