“Defectivo” (del lat. “defectïvus”) suena a “defectuoso” o a “defecto”, ¿verdad? Quizá sea excesivo entender a los verbos defectivos, que hoy nos ocupan, como verbos marcados por la defectuosidad. Nos vamos a limitar, pues, a decir que son verbos con un comportamiento extraño. Algo así como ese vecino que habla solo y no saluda nunca cuando le das los buenos días. :–)