Hacía mucho tiempo que no leía a William Somerset Maughan. En su momento leí muchos de sus libros (cuentos y novelas), y siempre con sumo placer. El mismo placer con el que leo este cuento, «El poeta», que pese a su carencia de acción nos atrapa desde la primera línea, cuando el personaje narrador confiesa: «No siento gran interés por la gente célebre, y no puedo soportar a esas personas que tienen la pasión de codearse con las grandes figuras».
El tema del cuento, como ocurriera en El talento, de Antón Chéjov, es la fascinación por los artistas (o la presunta fascinación, en este caso). Escribo «presunta» porque, mientras leemos la narración de Maughan, evidenciamos algunas contradicciones en el discurso del narrador. Y hasta ahí puedo contar… 🙂