Hace poco leí Un señor de Washington, un libro en el que su autor, Pedro Menchén, narra sus viajes por España en compañía de su amigo el traductor David Allan White, un tipo descomplicado que pasaba menos tiempo mirando los lugares de interés que visitaban que consultando los mapas y callejeros donde aparecían dichos lugares. Al parecer le resultaba más sugestivo el monumento sobre el papel –es decir, narrado– que en vivo…
Roland Barthes
Escribir después de Chéjov

“Escribir poesía después de Auschwitz es un acto de barbarie”, sentenció Theodor Adorno. Las dudas sobre la pertinencia o no en abundar en determinados temas o géneros no son nuevas. Yo mismo me he preguntado si tiene sentido escribir cuentos después de Chéjov, como muchos se preguntarían en el siglo XVII si merecía la pena escribir libros de/sobre caballería después de Don Quijote.