Es habitual y lógico que algunas empresas creen sus colecciones de artículos de escritura aprovechando el tirón de ilustres escritores para potenciar dicho producto. Ya lo hizo Montablanc con su pluma estilográfica dedicada a Tolstói, y otros escritores como George Bernard Shaw, Honoré de Balzac o William Shakespeare entre otros.
Lo mismo ocurre con las agendas Moleskine, siempre tan sensibles a lo que demanda el mercado.