En este relato de Gonçalo M. Tavares conocemos la historia peculiar de un viejo que, a sabiendas de que se está quedando ciego, tiene una ocurrencia que le permitirá, de manera parcial, leer todos los libros de la mayor biblioteca del mundo.
El cuento tiene quizá resonancias borgianas (Borges también se quedó ciego y también fue un gran lector de bibliotecas), si bien el autor argentino no es citado en la narración.