Creo recordar que fue Séneca –cito de memoria– quien dijo que es el esfuerzo quien se encarga de llamar a los mejores. Si esto es cierto, Enrique Calicó, el autor que hoy nos acompaña, es una de esas personas llamadas a estar entre los mejores.
Conozco a Enrique desde hace varios años, tiempo que me ha servido para constatar el esfuerzo, la vitalidad y la pasión que imprime en todo lo que hace, sea en el ámbito de la empresa o de la escritura creativa, dos territorios indómitos y pedregosos aunque llenos de encanto y posibilidades.