Siguiendo la estela de los grandes cuentistas italianos del siglo XX (la de Dino Buzatti o la de Italo Calvino, quien fuera su mentor), Manganelli consigue con Centuria un libro de relatos casi perfecto. Y no digo perfecto a secas, porque ya se sabe que la perfección puede ser muy aburrida, y lo que sobra en Centuria es humor, agudeza y una imaginación apoteósica; en definitiva, sobradas oportunidades para el disfrute y la diversión inteligente.
Javier Aspiazu, “Los raros. Manganelli, el genio de los cuentos breves”
El crítico de arte | Relato corto de Dino Buzzati
«En la sala DCXXII de la Bienal el conocido crítico Paolo Malusardi se detuvo perplejo. Era una exposición individual de Leo Squittinna, unos treinta cuadros aparentemente iguales, formados por una retícula de líneas perpendiculares tipo Mondrian, solo que en este caso el fondo era de colores vivos y en el enrejado, por así decirlo, los trazos horizontales, mucho más gruesos que los verticales, se espesaban aquí y allá, lo que daba una sensación de pulsación, de apretón, de calambre, como cuando en las digestiones difíciles hay algo que se atasca en el estómago y duele, hasta que el buen funcionamiento de las vísceras lo disuelve»