Escribía hace poco sobre el ladrón al que pillaron en Valencia con un botín de once plumas estilográficas de gran valor. No es de extrañar ese afán por lo ajeno en cuanto a plumas se refiere: algunas de ellas son verdaderamente caras. Es el caso –en mayor o menor medida– de las plumas estilográficas incautadas en su domicilio: Montblanc, Dupont, Cartier, Parker, Cross, Waterman…
Pero no todas las plumas estilográficas son caras. De hecho, algunas son baratas, muy baratas incluso. Obviamente, son plumas a las que no podemos pedir más que funcionalidad –que no es poca cosa. Aquí no estamos hablando de plumas para coleccionistas ni para hacer una inversión ni para epatar a los invitados. Son, simplemente, plumas para escribir. Una Caran D’Ache, sin ir más lejos, puede costarte más de mil euros. Se dice pronto…