Pluma estilográfica Sheaffer Ferrari 100, un buen regalo a precio medio-bajo

A principios de año, aprovechando las rebajas en El Corte Inglés, compré un bolígrafo y una pluma estilográfica de la marca Sheaffer. Creo que el precio habitual de estos dos artículos de escritura no es excesivo, pero si además la rebaja era considerable, miel sobre hojuelas.

Pues bien, el bolígrafo Sheaffer, pequeñito pero matón, ya lo reseñé en este blog –por cierto, gustó tanto que alguien en la familia ya se lo ha agenciado –, y ahora toca hablar de la estilográfica, que no es otra que la Sheaffer Ferrari 100.

Pluma estilográfica Sheaffer Ferrari 100

Aunque no habría que comenzar a hablar de las bondades de una casa por los detalles del tejado, me llamó positivamente la atención que la pluma, de color rojo, venga tan bien presentada, en un bonito estuche rígido Rosso Corsa, con acabado en laca y con el logo de Cavallino Rampante, que es, como sabréis, el emblema de Ferrari, la marca de coches. Y abundando en los detalles, dentro del estuche, bajo el falso fondo, además de la garantía (1 año) hay dos cartuchos (uno negro y otro azul) y un conversor, para quienes prefieren echar mano del tintero. (En la foto que le he hecho a la pluma no se ve el cartucho azul, que está ya “pinchado” dentro de la pluma).

La pluma es un señuelo para los amantes de las carreras de los coches (que no es mi caso; me gusta la pluma pero no este tipo de carreras), pues incluye también el logo de Ferrari en el clip (al menos en la mía; he visto que en otras versiones el logo está en la punta del capuchón) y el grabado de la escudería Ferrari en el anillo central.

Sheaffer Ferrari 100 - Pluma estilográfica (plumín tamaño mediano), diseño...

Grabado de scuderia Ferrari el anillo central
El clip incluye el Sheaffer's White Dot (punto blanco) símbolo de calidad y prestigio
Presentado en un fantástico estuche Rosso Corsa con el mítico emblema del Cavallino Rampante
Incluye un cartucho de tinta negra y otro de tinta azul

La estética de la pluma, teniendo en cuenta que no es cara, es impecable. Y, además, no puedo ponerle ninguna pega a la calidad de escritura. El plumín es de trazo medio, aunque ya se sabe que esto puede variar de una pluma a otra. También es de trazo medio otra de mis plumas, la Pilot MR Retro, y sin embargo esta última escribe más bien fino. (A mí me gustan como un poco más de grosor). El plumín viene grabado con la marca Sheaffer y la letra M (trazo medio). La estilográfica Sheaffer Ferrari 100 se cierra a presión. Y escribir con ella es todo un placer, lo aseguro.

Conclusiones sobre la estilográfica Sheaffer Ferrari 100

Sin duda, una buena pluma, con muy buena nota si echamos mano de la ecuación calidad-precio. La Sheaffer Ferrari 100, con la presentación ya comentada, transmite cierta sensación de “lujo accesible”. Escribo “accesible”, porque obviamente esta pluma está lejos del lujo de una Montblanc que cuesta quince veces más, pero la intencionalidad es buena y se percibe la sensación de que la pluma está por encima de la media, incluso si la comparamos con otras estilográficas de precio similar. Recordemos, por ejemplo, que la Sheaffer Pop Stars Wars se vende en un simple blíster. Y la marca es la misma…

El trazo es fantástico y la tinta se seca enseguida. Desde luego, encaja perfectamente con lo que yo le pido a una pluma.

Sheaffer Ferrari 100, un gran regalo

Donde, en mi opinión, la Sheaffer Ferrari 100 gana muchos puntos es como pluma para regalo. En cuanto a ergonomía y calidad de escritura, una Lamy Safari o una Kaweco Classic (que también forman parte de mi colección de plumas) no tienen nada que envidiar a la Sheaffer Ferrari 100. Las tres escriben igual de bien, y la Lamy Safari y la Kaweco Classic tienen la ventaja de que cuestan la mitad. Ahora bien, la presentación de la Sheaffer Ferrari 100 está muy por encima de las otras dos plumas, que para uso personal son un lujo pero que como regalo, al menos en las versiones más básicas, pueden quedarse cortas. La Lamy es de plástico (de buena calidad, eso sí) y la Kaweco es de tamaño reducido, digamos que es una mini-pluma (aunque si la usas con la capucha puesta se adapta a cualquier mano). Esto, que para mí no son inconvenientes, pierden algunos puntos ante la Sheaffer Ferrari 100, una pluma metalizada que puede gustar a casi cualquier personal, al margen de que sea aficionado o no a los coches deportivos. Y el hecho de que incluya dos cartuchos y un conversor le añade prestaciones al destinatario del regalo, que podrá usar cartuchos de poner y quitar u optar por el tintero, que nos abre la ventana a una amplia gama de texturas y colores. Por cierto, Sheaffer Ferrari 100 está también disponible en bolígrafo.

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