The Reading Agency, en el Reino Unido, promueve desde 2006 un proyecto para dar a conocer libros fáciles de leer. Me refiero al proyecto QuickReads, que prioriza libros –por lo general novelas cortas– con el objetivo de captar lectores renuentes, esto es, aquellas personas que leen poco o no lo hacen casi nunca. Se pretendía –y se pretende– con este proyecto poner a disposición de los lectores un tipo de libro que sortee las barreras que muchos encuentran al acto de leer (muy placentero, todo sea dicho, para la mayoría de los que frecuentan blogs como Escribir y Corregir).
Las estadísticas registran que en el Reino Unido uno de cada seis adultos no lee nunca un libro. Había, pues, que ir a la caza de estas personas.